martes, 25 de febrero de 2014

Rescatado del blog antiguo: GALLETAS CON CHISPAS DE CHOCOLATE



Al igual que en el caso de los brownies, hay miles de recetas distintas para galletas con chispas de chocolate. Sin exagerar, yo tengo por lo menos 5 favoritas dependiendo de mi humor, y cada una de ellas da como resultado una textura diferente. A eso agrégale los distintos tipos de "chispas" que se pueden utilizar: de chocolate amargo (mi favorito), de leche o blanco, de toffee, de menta con chocolate, lentejitas, además de las nueces y/o pecanas tostadas, etc, y tienes una amplia gama de posibilidades.

Nuevamente haciendo el paralelo con mi post de los brownies, preparar una galleta con chispas de chocolate "perfecta" va a depender de tu propia definición de "perfección". Hay quienes gustan de una galleta muy crocante que contraste con la suavidad de las chispas de chocolate, otros prefieren una galleta firme que no se deshaga al remojarla en el cafecito... otros, entre quienes me incluyo, optamos una galleta chiclosa y relativamente delgada y suave.

Galletas con chispas de chocolate: crocantes, firmes, y chiclosas
 
Los ingredientes y el proceso de preparación son básicamente los mismos: mantequilla o manteca (ojo, ¡no he dicho margarina!), harina, azúcar rubia y blanca, huevos, vainilla y chispas de chocolate... en todos los casos se hace una crema con la mantequilla y el azúcar, se agregan los huevos y la vainilla y luego se incorporan los ingredientes secos y las chispas. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un tipo y otro? Nuevamente, la respuesta es simple: la proporción en que se utilicen estos ingredientes. Una galleta queda más crocante al utilizar manteca vegetal, además de un poco más de huevo y azúcar (tanto blanca como rubia), no incluirá leche pero utilizará polvo de hornear. Una galleta más firme llevará mantequilla derretida, poca azúcar blanca pero más rubia, un poco menos de huevo y un poquito de leche para activar el bicarbonato de soda. Una galleta delgada y chiclosa tendrá mantequilla firme, cantidades intermedias de azúcar blanca y rubia, menos huevo y más leche, en combinación con bicarbonato de soda.

A continuación voy a dejarles 3 de mis recetas preferidas. El procedimiento para preparar las tres es muy similar, lo que varía es la cantidad de cada ingrediente y en algunos casos la "forma" de un ingredientes en particular (por ejemplo el uso de manteca en lugar de mantequilla, o mantequilla derretida en lugar de firme). Como siempre, cualquiera de estas recetas puede ser modificada agregando nueces tostadas y picadas, otros tipos de chispas y hasta un poco de coco rallado.

¡Manos a la obra!



Procedimiento:

1. Si vas a preparar las chiclosas (receta #3) calienta el horno a 190ºC (aproximadamente 375ºF). Si estas preparando las crocantes o firmes, no calientes tu horno aún pues vas a tener que refrigerar la masa antes de hornearla. Coloca papel manteca (o una cobertura de silicona si la tuvieras) sobre tus placas para horno. Es muy importante utilizar el papel manteca o la silicona... si simplemente engrasas las placas no se van a "esparcir" bien tus galletas y ¡te quedarán como bolitas!

2. Si vas a preparar las recetas #1 o #3, bate la mantequilla o manteca solas en el recipiente de la batidora para ablandarlas un poco. Si vas a preparar la receta #2, recuerda que tienes que derretir la mantequilla.

3. Incorpora el azúcar (rubia y blanca) y bate hasta formar una crema. En las recetas #1 y #3 tiene que quedarte casi como crema chantilly, muy cremosa y casi blanca. En la receta #2 como utilizaste mantequilla derretida parecerá toffee derretido. Es muy importante este paso, así que no te "ahorres" tiempo pues luego pagarás las consecuencias... debe tomarte unos 6 a 8 minutos.


Proceso de batido, el color y textura dependerá del tipo de galleta que estés preparando

4. En un recipiente a parte, mezcla bien los huevos, la vainilla y la leche (para las recetas #2 y #3, de lo contrario solamente huevos y vainilla).

Huevos, vainilla, y leche

5. A parte, cierne juntos harina, sal y leudante (polvo de hornear o bicarbonato dependiendo de la receta).

Harina, sal, y leudante

6. Una vez que la crema de mantequilla o manteca y azúcar está bien batida, agrega de a pocos (a velocidad baja para que no salpique) la mezcla de huevos. Una vez incorporada, sube a velocidad media para mezclarlo bien.

Sigue batido, el color y textura dependerán del tipo de galleta

7. Vuelve a bajar la velocidad de la batidora al mínimo y agrega de a pocos la mezcla de harina. Avanza poco a poco para no terminar con una "nube de harina" y raspa los bordes del recipiente de vez en cuando.

Agrega la mezcla de harina poco a poco

8. Una vez incorporada toda la mezcla de harina, agrega las chispas de chocolate (y nueces tostadas o lo que estés utilizando) y mezcla bien con una espátula o cuchara hasta que se vea más o menos uniforme.

Agrega las chispas de chocolate

9. Si estás preparando las chiclosas (receta #3), procede con el siguiente paso; para las otras dos recetas tapa la mezcla con plástico (o colócala en un recipiente con tapa) y refrigera por lo menos 4 horas (luego puedes calentar tu horno a 190ºC (375ºF) y proseguir con el paso 10).

10. Coloca la mezcla por cucharadas en las placas de horno con papel manteca que preparaste. No pongas muchas o terminarás con UN galletón. Usualmente si estás haciendo galletas medianas (1 cucharada por galleta, como las que yo preparé) pon hasta 10 por placa... si las vas a hacer más grandes solamente coloca 6. No las aplastes, se esparcirán ellas solas en el horno. Hornea por 10 a 12 minutos las galletas medianas o hasta 13 a 15 minutos las grandes. Chequéalas a los 8 minutos. Sabrás que están listas cuando estén doradas... es posible (especialmente con las chiclosas) que "parezcan" crudas, pero no las dejes más tiempo o se volverán crocantes.

Galletas listas para ir al horno

11. Saca las galletas del horno en cuanto estén listas y con ayuda de una espátula delgada (como esas para freír huevos) levántalas sin romperlas y ponlas a enfriar sobre una rejilla (puedes improvisar una colocando una de las rejillas del horno que no estés utilizando sobre una olla grande).

Nota importante: La textura de las galletas cambia desde el momento en que salen del horno hasta que se enfrían por completo. Si te comes una de las "chiclosas" recién salida del horno, te parecerá "crocante" porque el azúcar rubia aún no ha tenido tiempo de humedecerse con el ambiente. De la misma forma, si te comes una de las "crocantes" recién salida del horno, te parecerá "chiclosa" porque la manteca vegetal cambia sus propiedades al enfriarse.

Mis favoritas son las chiclosas, ¿y las tuyas?

Galletas con chispas de chocolate



3 comentarios:

  1. Lo máximo! Para cada gusto, muchas gracias por volver!

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  2. Que Rico me encantan tus recetas

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  3. graciassss, estaba buscando tu receta de estas galletas hacee tiempo, una vez las vi en el blog del comercio pero luego no pude encontrarlas...voy hacerla! me encantan amelcochadas tambien!

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