Esta semana fue una locura en mi casa: mi esposo de viaje, galletas de Halloween a diestra y siniestra, una torta decorada que me encargó una amiga... y cuando ya pensaba que podía relajarme un poco... ¡BAM! Mi hijito mayor con fiebrón de 40ºC el jueves en la mañana. Después de tres días de fiebre que de 38.5ºC no bajaba y llegó hasta 40.5ºC en algún momento, dos visitas al pediatra, medicinas por aquí y por allá, ¡por fin! Hoy amaneció sin fiebre y unas horas más tarde le salieron las ronchas. Veredicto: Roseola. Las buenas noticias: ya lo peor pasó y para mañana debe estar como nuevo. Las malas noticias: ¡no hice nada de lo que tenía planeado!
Se preguntarán... ¿y a qué viene todo esto? ¿no era un blog de recetas? Lo que quiero mostrarles es como una pizza casera puede ser la salvación en esos días en que no has tenido tiempo de ir a hacer compras, no tienes ganas de comer (¡otra vez!) los mismos tallarines con huevo frito, y además tienes cosas en la refrigeradora que tienen que comerse yayaya antes que se malogren.
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Pizza Mediterránea a la Vero |
Eran las 3 pm, domingo en la tarde, mis dos hijos dormían la siesta y yo recién me puse a pensar en qué cocinar para la cena (usualmente planeo mi menú de la semana completa). Le pregunté a mi esposo (que ya regresó de viaje), si se le antojaba una pizza y me dijo que sí. Revisé mi cocina para ver qué le podía poner a la pizza y encontré: dos berenjenas chicas, un par de cebollas, un poco de pasta de tomate deshidratado, y varios tipos de queso (que nunca faltan en esta casa). ¡Listo! Pizza "mediterranea" (lástima que no tenía aceitunas y queso de cabra o hubiese quedado incluso mejor).
Así que bueno, en este post les traigo la explicación paso a paso de como preparar una riquísima masa para pizza casera, que pueden luego convertir en la pizza de su elección, agregándole los ingredientes que tengan a la mano.
¿Están listos? La masa de esta receta alcanza para dos pizzas medianas (unas 8 tajadas cada una). Yo preparé la receta completa, hice una sola pizza y el resto de la masa lo congelé para utilizarlo en otra oportunidad.
Vas a necesitar (para la masa):
1 taza de agua tibia (entre 44ºC y 47ºC)
2 1/4 cucharaditas de levadura activa granulada
1 1/4 cucharaditas de azúcar
3 a 3 1/4 tazas (330 a 360 gramos) de harina sin preparar
1 3/4 cucharaditas de sal
1/4 taza (60 mL) de aceite de oliva
Preparación:
1. Mezcla el agua tibia, la levadura y el azúcar en un recipiente (el de la batidora, si es que la vas a utilizar). Mueve con una espátula o una cuchara de madera o silicona hasta que la levadura se disuelva. Deja reposar hasta que se active y se vuelva espumosa.
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Levadura disuelta |
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Levadura se empieza a activar |
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Levadura activa y espumosa |
2. Agrega 3 tazas (330 gramos) de harina sin preparar (yo utilicé 1.5 tazas de harina blanca y 1.5 tazas de harina integral), la sal y el aceite de oliva. Mezcla bien
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Levadura activa, harina y sal |
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Agregamos el aceite de oliva |
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Mezclamos bien |
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Romero picado |
Si quieres que la masa tenga un poco más de sabor, puedes agregarle hierbas aromáticas y/o ajo. Yo tenía unas ramitas de romero, así que le agregué aproximadamente
1 cucharada de romero picado. Además le agregué un poco de ajo.
3. Amasa la mezcla hasta que quede muy suave y uniforme. Puedes hacerlo a mano, en un procesador de alimentos o con los ganchos de la batidora. A mano te va a tomar unos 15-20 minutos, en el procesador 1-2 minutos y en la batidora unos 3-5 minutos. Si la masa estuviese muy pegajosa, puedes ir agregando el resto de la harina (1/4 de taza restante)
cucharada por cucharada solo hasta que la masa no se pegue.
Yo no tuve que agregarle más harina. No le agregues en exceso porque te puede quedar seca.
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Amasando con los ganchos de la batidora |
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Masa lisa, suave y homogénea. ¡Listo! |
4. Forma una bola con la masa y colócala en un recipiente engrasado, rueda la masa dentro del recipiente para engrasarla por toda la superficie y que no se pegue al crecer.
Recuerda que va a crecer así que utiliza un recipiente lo suficientemente grande. Tápala con un secador y déjala reposar en un lugar tibio y libre de corrientes de aire por 1.5 a 2 horas.
Yo utilicé mi horno APAGADO, con solamente la luz prendida.
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Masa en el recipiente engrasado |
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***Mientras esperas que crezca, puedes ir preparando los ingredientes que le vas a poner encima. Recuerda no poner demasiado o la masa se puede aguar si hay mucho "jugo" saliendo de algunos de los ingredientes.***
5. Una vez que la masa creció (mira la diferencia con respecto a la foto anterior), está lista para estirarla, ponerle los ingredientes encima y meterla al horno.
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Masa lista para preparar la pizza |
Primero desínflala, procurando destruir todas las burbujas de aire que hayan quedado atrapadas.
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Masa desinflada |
Luego estírala. Yo la estiro sobre uno de mis
cobertores de silicona, para transferirla a mi bandeja de horno con facilidad.
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Masa estirada |
En este caso se me ocurrió ponerle queso en el borde... así que corté unos bastoncitos de queso y los acomode alrededor de la pizza... (obviamente este paso es opcional)
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Queso en el borde |
Y luego sellé los bordes presionando bien para que no se abran en el horno...
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Borde sellado |
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6. Ahora es el momento de colocar lo que se te haya ocurrido ponerle a tu pizza. Salteé dos cebollas rojas cortadas a la pluma, dos berenjenas chicas cortadas en tiras, un poco de ajo, orégano y sal en aceite de oliva caliente...
Primero le coloqué una capa de la pasta de tomate deshidratado, y encima las berenjenas y cebollas salteadas
ya frías. Encima le puse queso mozzarella rallado.
7. Precalienta el horno al máximo (260ºC o 500ºF en el mío) y coloca la rejilla en la parte más baja del horno. Hornea la pizza 10-15 minutos o hasta que la masa esté dorada y el queso derretido y dorado.
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Recién salida del horno... Mmmmm! |
Transfiere la pizza a una tabla para cortarla.
¡Provecho!
Si tuvieses una piedra de horno para pizza, utilízala siguiendo las instrucciones del fabricante.
Y tú, ¿qué le pondrás a tu pizza?