lunes, 31 de marzo de 2014

Rescatado del blog antiguo: KEKE DE NARANJA Y NUECES



¿Qué mejor que un delicioso keke hecho en casa para la lonchera de tus hijos? Esta receta es rapidísima y estoy segura les encantará a los chicos y también a los grandes.

Puedes servirla en el desayuno, enviarla en las loncheras, utilizarla como merienda de media tarde o también en el lonche. Además, puedes prepararla en moldecitos individuales para transformarla en muffins de naranja, “personalizarla” con las nueces de tu preferencia, agregarle pasas… ¡en fin! Tiene un sinnúmero de posibilidades.

Keke de naranja y nueces
 
Otra ventaja de esta receta es que puedes prepararla en cantidades grandes, hornear más de un molde y congelar lo sobrante (bien envuelto en papel platina y plástico) por hasta 3 meses… para esos días en que el tiempo nos gana y no podemos preparar algo en el momento.

Para este post estoy utilizando jugo de naranja recién exprimido, pero puedes también utilizar jugo envasado si es que no tuvieses tiempo de exprimir naranjas… lo que si te recomiendo es que emplees jugos 100% naturales, sin azúcar ni otros ingredientes agregados y de preferencia que no sea “de concentrado” para un mejor sabor. También estoy utilizando nueces picadas, pero puedes utilizar pecanas, almendras, avellanas, o una combinación de varios tipos y si quieres puedes también reemplazar parte, o todas las nueces, por pasas.

Ahora sí, ¡acá va la receta!

Ingredientes:
2 tazas (220 gramos) de harina sin preparar
½ taza (115 gramos) de azúcar (blanca de preferencia)
1 cucharada de polvo de hornear
½ cucharadita de sal
La ralladura de una naranja grande (solo la parte anaranjada, la parte blanca se pone amarga)
¾ taza (90 gramos) de nueces picadas (mira la nota arriba)
¼ taza (55 gramos) de mantequilla sin sal derretida
2 huevos
¾ taza (180 mL) de jugo de naranja (de preferencia recién exprimido –ver nota arriba en el post-)
1 cucharadita de esencia de vainilla


Preparación:

1. Precalienta el horno a 165ºC (aproximadamente 325ºF). Engrasa un molde para queque rectangular, de aproximadamente 22 x 12 cm. Si vas a utilizar un molde más grande (cuadrado o circular para tortas) prepara el doble de la receta. Si vas a preparar muffins, cubre los moldecitos con pirotines de papel, o engrásalos bien.

2. En un recipiente mezcla harina, azúcar, polvo de hornear, sal y ralladura de naranja. Mezcla bien.

Mezcla harina, azúcar, polvo de hornear, sal, y ralladura

3. Agrega las nueces a la mezcla de harina y mueve con una cuchara o espátula (de madera o silicona, no de metal) hasta que se distribuyan uniformemente en la mezcla. Reserva a un lado.

Agrega las nueces y mezcla bien

4. En otro recipiente bate la mantequilla derretida con los huevos, el jugo de naranja y la esencia de vainilla.

Bate la mantequilla derretida con los huevos, el jugo de naranja y la vainilla

5. Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina que reservaste en el paso 3. Vierte la mezcla de huevos del paso 4 en este hueco.

Haz un "hueco" en la mezcla de harina y agrega la mezcla de huevos

6. Mueve con espátula o cuchara (de madera o silicona, no de metal), hasta que la mezcla se vea bien uniforme. Ten cuidado de “destruir” bien las bolitas de harina que puedan quedar, o el queque tendrá partes secas adentro. Para esta receta no te preocupes por batir “en exceso” pues no le pasa nada.

Mezcla hasta que quede uniforme

7. Transfiere la mezcla al molde que preparaste en el paso 1.

Vierte en el molde que preparaste

8. Hornea hasta que la parte superior esté dorada y firme y el queque se empiece a separar de los bordes. Esto debe tomar entre 50 y 60 minutos. Si metes un palito o cuchillo en el centro del queque, deben salir limpios.

9. Deja enfriar dentro del molde, de preferencia sobre una rejilla, por unos 10 minutos.

Deja enfriar dentro del molde por unos 10 minutos

10. Desmolda y deja enfriar por completo antes de cortar. Este paso es importante para que el queque desarrolle todo su sabor y no se desmorone al cortarlo.

 
¡Deja enfriar antes de cortarlo!

¡Espero que te guste!



viernes, 28 de marzo de 2014

Rescatado del blog antiguo: BIZCOCHUELO DE CLARAS


Muchas veces me han preguntado: ¿qué haces con las claras “sobrantes” en recetas que llevan muchas yemas?... ¿Botarlas? ¡Ni hablar! Las claras se conservan muy bien si las congelas en un recipiente hermético, así que lo que usualmente hago es almacenarlas en un tapercito en mi congeladora y marcar afuera, con un plumón indeleble, cuantas voy acumulando. Cuando llego a 12… ¡preparo este delicioso y ligero bizcochuelo de claras! Ojo, no lo confundas con un chiffon… si bien son de la misma “familia”, el chiffon también lleva yemas y aceite vegetal.

Bizcochuelo de claras
  
Para preparar este bizcochuelo es muy importante seguir las siguientes “reglas”:

1. Batir las claras en un recipiente muy limpio (cualquier rastro de grasa en el recipiente hará que no levanten bien) y de preferencia, de metal. Si tuvieses uno de cobre, incluso mejor, es el mejor material para batir claras de huevo pues durante el proceso de batido, los iones en el cobre crean un enlace con las proteínas en las claras y evitan que se endurezcan y sequen demasiado. Pero si, como la mayoría de los mortales, no tienes recipiente de cobre (yo tampoco tengo, pero está en mi “wish list” ja, ja, ja), uno de acero basta.

2. Como te podrás dar cuenta en la lista de ingredientes… este bizcochuelo es prácticamente aire. Si bien tiene más o menos la misma cantidad de azúcar que una torta de este tamaño, tiene muy poca harina y absolutamente nada de grasas. ¿Por qué menciono esto? Para que recuerdes que la ser prácticamente aire, ¡el aire que introduzcas es muy importante! Así que ten cuidado al mezclar para no bajar la espuma que hayas formado.

3. Debes hornear este bizcochuelo en un molde sin engrasar, redondo y con hueco. Ya sé que a pesar de escribir esto, más de uno me preguntará: “Vero, pero ¿y si lo horneo en uno redondo sin hueco?”, “Vero, no tengo recipiente redondo y con hueco, lo puedo hacer en uno cuadrado sin hueco?”, “Vero, ¿estás segura que no lo tengo que engrasar? Porque la tía de la vecina de la hija de mi cuñada me dijo que siempre se engrasa el molde”. Pues la respuesta a todas las anteriores es “¡No!” Esta receta en particular no se puede preparar en un molde engrasado pues la masa, que en realidad es más una espuma que una masa, necesita “trepar” por las paredes del molde y esto no se puede lograr si el molde está engrasado… y no se puede preparar en un molde de otra forma ni sin hueco pues la masa-espuma requiere una estructura de este tipo para elevarse, de lo contrario el centro del bizcochuelo se hundiría en forma desastrosa. Así que ¡están advertidos!

La receta que les traigo es la básica: bizcochuelo de claras con sabor a vainilla. Al final de la receta les daré algunas sugerencias para darle otros sabores. ¡Manos a la obra!


Ingredientes:
1 2/3 tazas (375 gramos) de azúcar blanca – No, ¡no puedes usar rubia!
2 cucharadas (14 gramos) de maicena
1 ¼ tazas (137 gramos) de harina sin preparar
¼ cucharadita de sal
12 claras de huevo – Pueden ser “frescas” o las que hayas guardado congeladas (obviamente tienes que descongelarlas primero)
5 cucharadas (75 mL) de agua tibia
1 ½ cucharaditas de crémor tártaro
1 cucharadita de esencia de vainilla


Procedimiento:

1. Precalienta el horno a 180ºC (aproximadamente 350ºF).

2. Licúa el azúcar (sola) por 2 minutos. Esto ayudará a hacerla más fina, sin llegar a pulverizarla por completo.

Licúa el azúcar

 3. Transfiere la mitad (aproximadamente, no tiene que ser exacto) del azúcar a un recipiente y el resto del azúcar ciérnelo con la maicena, harina y sal en otro recipiente.

Dividir el azúcar por la mitad y cernir una parte con la maicena, harina y sal

4. En un recipiente grande y de preferencia de metal, mezcla las claras con el agua tibia. Bate primero a mano, hasta que las claras se pongan espumosas, luego agrega el crémor tártaro y la vainilla y bate con batidora manual, agregando el azúcar que separaste en el paso 3 (la que no tiene harina) muy despacito. Continúa batiendo a velocidad media-alta hasta que se formen picos medios (como en la foto). El tiempo de batido dependerá mucho de tu batidora, a mí me tomó unos 10 minutos.

Bate las claras con el agua tibia, primero a mano y luego con batidora manual

5. Agrega un poquito de la mezcla de harina, maicena, sal y azúcar que cerniste en el paso 3 a las claras batidas. Solamente agrega lo suficiente para “cubrir” las claras.

Agrega poco a poco la mezcla de azúcar, harina, maicena y sal.

6. Con movimientos envolventes, utilizando una espátula limpia, incorpora la mezcla de harina a las claras. Recuerda no mezclar muy fuerte para no bajar la espuma de claras.

Incorpora con movimientos envolventes muy suaves

7. Repite los pasos 5 y 6 hasta que toda la mezcla de harina haya sido incorporada a las claras.

8. Con mucho cuidado vierte la espuma al molde sin engrasar, redondo y con hueco (es importante que sea un molde alto para que no se rebalse) que vayas a utilizar.

Vierte en el molde

9. Hornea por 35 minutos. Al transcurrir este tiempo, utiliza un palito largo para verificar que haya secado por completo. Si el palito aún sale húmedo, hornea 5 minutos más. No abras el horno muy a menudo para que no se baje, pero si sabes que tu horno es fuerte, puedes darle una mirada un poco antes de los 35 minutos.

Recién salido del horno

10. Saca el molde del horno, voltéalo de cabeza (no se va a caer el bizcochuelo) y déjalo enfriar de cabeza por lo menos 2 a 3 horas antes de desmoldarlo. Si lo desmoldas caliente, se va a bajar.

Déjalo enfriar de cabeza dentro del molde


Puedes servirlo solo, con mermelada, manjar blanco, frutas, helado o lo que se te ocurra. También puedes darle otros sabores siguiendo las siguientes pautas:
- Para un bizcochuelo de naranja o limón puedes utilizar esencia de naranja o limón en lugar de la de vainilla y también agregar ralladura muy finita de naranja o limón a la mezcla de harina antes de incorporarla a las claras batidas.
- Para un bizcochuelo de especias puedes agregar ¼ cucharadita de pimienta de chapa molida, ¼ cucharadita de canela molida, 1/8 cucharadita de nuez moscada molida y 1/8 cucharadita de clavos de olor molidos a la mezcla de harina antes de incorporarla a las claras batidas.

Desmoldado


¡Espero que te guste!

Aviso de Servicio Público: Estoy haciendo un sorteo en mi otro blog. ¡No se lo pierdan! :)

jueves, 27 de marzo de 2014

Rescatado del blog antiguo: PIE DE LIMON


Recuerdo la primera vez que hice pie de limón. Estaba en mi último año de secundaria, viviendo en Venezuela. Mi mejor amiga, Frandy, y yo, estábamos aburridas y para variar... ¡con hambre! Queríamos preparar algo dulce, pero en esa época en mi casa sólo había un hornito eléctrico de esos para calentar el pan y ningún molde de torta entraba, así que tenía que ser algo más chico. En nuestra desesperación (jaja, ¡más trágicas!) nos pusimos a mirar "el cuaderno verde"... una agenda de la época del Rey Pepino, cuando mi mamá había tomado clases de cocina -de chibola-. Nos llamó la atención el título de Pie de Limón y como por pura casualidad teníamos casi todos los ingredientes, decidimos hacerlo. Fuimos a comprar limones, y creo que leche condensada. ¡Cuál sería nuestra sorpresa, cuando todo lo necesario en la mesa y listas para empezar, nos dimos cuenta que la "receta" era sólo una lista de ingredientes! Creo que mi mamá se quedó dormida en la clase y nunca copió el procedimiento... pero, ¡eso no iba a detenernos! así que hicimos lo que pudimos usando nuestra "intuición", lo metimos al horno y ¡salió buenazo!

Pie de limón
  
Desde ahí empezamos a prepararlo todas las semanas para vender en el colegio y recaudar fondos para la fiesta de promoción. Hacíamos uno enorme -en la casa de Frandy porque en el horno de mi mamá no entraba ni a palos- todos los jueves y lo vendíamos los viernes. Se volvió tradición... pero creo que me empalague tanto de sólo verlo que cuando terminé el colegio y me regresé a Lima ¡no lo preparé por años!

Varios años más tarde aprendí la manera "correcta" de preparar la masa... la única parte del pie que nuestra "intuición" no había resuelto bien. También descubrí que el nombre de esa masa es "Pâte brisée fine" y que sirve para un montón de tipos de pie. La receta que les voy a dar rinde un pie grande, bastante "gordito". Si el molde para pie que van a utilizar es chato, les recomiendo que utilicen sólo una lata de leche condensada y 4 huevos en lugar de 6 (si utilizan sólo 3, no tendrán suficiente merengue). Si lo desean, también pueden omitir la masa y usar esa que se prepara con galletas de vainilla molidas y mantequilla derretida, pero mi hermano, mi papá y mi esposo me matan si lo hago de esa manera.


Ingredientes:

Para la masa:
2 tazas o aprox. 225 gramos de harina (cualquier tipo, pero yo prefiero sin preparar)
1 pizca de sal (si están utilizando mantequilla salada, obviar la pizca de sal)
1 taza o aprox. 125 gramos de mantequilla bien fría
1 yema de huevo
3-4 cucharadas de agua o leche helada, de preferencia en una botellita con atomizador

Para el relleno:
2 tarros de leche condensada
5 yemas
1/2 taza de jugo de limón*

Para el merengue:
6 claras
1 pizca de sal
3/4 cucharadita de cremor tártaro (opcional)
3/4 de taza de azúcar

*Para los que viven fuera de Perú y no tienen acceso a limón peruano... pueden usar "key limes" si viven en USA, o limones persas o egipcios. También queda bien con "limes". Los que están en Francia pueden usar "citron vert".


Preparación:

1. Es súper importante que la mantequilla esté bien fría. Si la sientes un poco blandita métela a congelar por 10-15 minutos. Si se derrite durante la preparación, la masa no saldrá tan rica y vas a tener problemas para estirarla.

2. Coloca harina y sal en un recipiente grande y pon la mantequilla fría, cortada en cubitos (del tamaño de un dado) en el centro. Usando un "estribo" o dos cuchillos limpios, "corta" la mantequilla mezclando con la harina hasta que tenga apariencia de pan molido. También puedes usar los dedos, pero primero pon las manos en agua bien fría para no derretir la mantequilla.

Preparando la masa

3. Agrega la yema de huevo y sigue cortando hasta que se mezcle bien.

Agrega el huevo

4. Si tuvieses a mano una botellita con atomizador (como esas que usan en la peluquería o en jardinería, ¡pero limpia por supuesto!), coloca la leche o el agua fría adentro y humedece un poquito la mezcla de harina. Si no tuvieses una botella así, salpica la leche o agua con los dedos. La idea es formar la masa usando la menor cantidad posible de líquido, para que quede más ligera y suave. Amasa ligeramente y continua agregando líquido sólo hasta que al apretar la masa, se quede pegada. Aún no la vas a poder estirar, pero unos minutos en la refrigeradora terminarán de hacer el trabajo.

Agrega el agua
 Si leíste mi post del queque de plátano sabrás que si se desarrolla demasiado el gluten presente en la harina, el resultado es medio duro y chicloso (lo cual no es malo si estás haciendo pan crocante, pero en queques, muffins y pies no es lo más apetecible). Además la harina se va a seguir humedeciendo conforme pase el tiempo y eso es lo que vamos a usar en este caso.

5. Coloca la masa -que por el momento no va a parecer una masa sino un montón de pedazos de harina y mantequilla que se caen y vas a estar preguntándote... Verónica,¿ estás segura de esto?- en una bolsa de plástico,  un poco más grande que el molde que vayan a usar.

Vierte la "masa" en una bolsa

6. Aprieta la masa dentro de la bolsa hasta formar un disco, cierra la bolsa (si no es de las que tienen cierre, hazle un nudo que luego puedas desatar sin romper la bolsa) y métela a la refrigeradora por 30 minutos. ¡No te saltes este paso!

Forma un disco de masa dentro de la bolsa

7. Mientras la masa se enfría, separa el resto de las yemas y claras. Recuerda colocar las claras en un recipiente limpio y sin ningún rastro de yema para que no tengas problemas al preparar el merengue.
 
8. Coloca la leche condensada en un recipiente y agrega las yemas una por una. Mezcla bien después de cada adición. Agrega poco a poco el jugo de limón. La mezcla se va a espesar y terminar con una consistencia casi como de yogur líquido.

Mezcla la leche condensada con las yemas y el jugo de limón

9. Al pasar la media hora, saca la bolsa con la masa de la refrigeradora. Abre la bolsa, saca la masa y espolvoréala con un poco de harina por ambos lados. Lo que les voy a explicar ahora se ve mejor en las fotos... va a sonar un poco complicado pero les garantizo que no lo es y, al menos para mí , es la forma más fácil de estirarla.
Corta la bolsa de modo que te quede un "tubo". O sea, si es una de esas bolsas con cierre, corta los dos lados, así tanto la base como el "cierre" quedan intactos. Si es una bolsa común y silvestre, corta la base, de modo que ambos lados queden intactos. Coloca el disco de masa, enharinado, dentro de este "tubo" y estíralo con un rodillo hasta que casi se empiece a escapar por los lados. Te va a quedar entre redondo y cuadrado. Una vez estirada la masa, abre el "cierre" o corta un lado de la bolsa para poder abrirla sin malograr todo el trabajo. Usando la bolsa para levantar la masa, voltéala sobre el molde y presiona bien para cubrir toda la superficie. Corta cualquier pedazo sobrante y úsalo para tapar los huecos que hayan podido quedar por ahí.

Estira la masa
 ***Acá entre nos... nadie se va a dar cuenta si la masa no queda perfecta porque el relleno la va a tapar, ¡así que no te traumes si te quedó a parches!***

10. Ahora... esta es la parte donde los gustos cambian. Hay gente a la que le gusta una corteza crocante en la base y a otras personas les gusta que esté crocante en los costados pero suave en la base. Si te gusta la base suave (o no tienes tiempo y quieres terminar el pie más rápido), simplemente vierte la mezcla de leche condensada sobre la masa cruda y hornea a 180ºC hasta que la mezcla cuaje y la masa este dorada (unos 25-30 minutos, pero varía de un horno a otro). Si te gusta la base crocante, tienes que hacer lo que se llama "hornear en ciego" o sea, hornear la masa vacía. Para este paso, haz huecos en la base de la masa con un tenedor (para que no se levante al hornear), coloca un pedazo de papel manteca o platina encima de la masa y ponle algo que tenga peso. Puedes usar por ejemplo 1/2 kg de frejoles (que puedes usar y reusar para este método pero NO para hacer tu tacu-tacu porque van a saber horrible). Yo uso unas bolitas que venden para eso, pero no vale la pena que las compres si no haces este tipo de postre a menudo. Hornea con este peso a 230ºC 15 minutos. Ahora sí, vierte la mezcla de leche condensada y hornea a 180ºC hasta que el relleno cuaje (15-20 minutos dependiendo de tu horno). Al cuajar, saca el pie y baja la temperatura del horno al mínimo, ¡pero no lo apagues!

Horneado de la masa

11. Mientras está en el horno... prepara el merengue. El procedimiento es muy similar al descrito en el post "Nieve hecha con huevos" donde también encontrarás un video. Bate las claras, la pizca de sal y el cremor tártaro hasta lograr "picos suaves", luego añade poco a poco el azúcar hasta llegar a punto de nieve.

Preparación del merengue

12. Finalmente, coloca el merengue sobre el relleno y usa tu "arte" para esparcirlo... algunas personas lo prefieren plano, yo le hago piquitos "golpeándolo" ligeramente con la base de una cuchara o uso una manga de decoración si es que quiero algo más elegante.

Coloca el merengue sobre el relleno ya cocido

13. Mete el pie una vez más al horno, sólo hasta que el merengue esté dorado (15-20 minutos aproximadamente)

Pie de limón

14. Cuando enfríe, mételo a la refrigeradora... ¡bien frío es mucho más rico!

¡Espero que te guste! Este es uno de los postres favoritos de mi familia y siempre me piden que lo prepare.

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