sábado, 20 de diciembre de 2014

Fruitcake o Queque Inglés


El fruitcake o queque inglés es una torta preparada con frutas confitadas y/o frutas secas, nueces y especias... y en muchos casos macerado en algún tipo de licor. En algunos países se decora con un glasé blanco muy firme o se sirve con crema inglesa, y se consume típicamente en Navidad y también para matrimonios. De acuerdo con la historia culinaria, el primer queque de este tipo data de la antigua Roma y la receta incluía semillas de granada, nueces de pino y pasas, mezcladas con una masa de cebada. En la Edad Media se incorporó a la receta miel, especias y frutas confitadas. Este tipo de torta es muy común en Europa y colonias europeas, pero los ingredientes exactos y el tipo de preparación varía ligeramente de un país a otro, dependiendo de lo que se encuentre disponible y las costumbres del lugar.

La receta que les presento en este post es de un queque inglés preparado con frutas secas y pecanas. Preferí utilizas frutas secas pues son más "naturales" que las confitadas (las confitadas siempre me han parecido de "dudosa procedencia" jajaja) pero puedes utilizar las frutas que prefieras y seguir el mismo procedimiento. También estoy utilizando la variante de las Bahamas, en el que todas las frutas son maceradas en licor de un día para otro y además el queque se sigue bañando en licor cada 2 a 3 días por espacio de 2 semanas para conservarlo húmedo. Gracias a esta maceración, el queque se conserva en perfecto estado por un período casi indeterminado (¡no creo que haya bicho que pueda crecer en esa cantidad de alcohol!), pero debes prepararlo con anticipación para que el sabor del licor combinado con las especias se modere y no quede demasiado fuerte.

Como siempre, puedes adaptar esta receta a tu gusto, cambiando las frutas secas por aquellas que te gusten o que puedas conseguir con facilidad... lo importante es mantener la cantidad total constante. También puedes utilizar otros tipos de nueces, mayor o menor cantidad de especias y el licor de tu preferencia.

Esta receta toma tiempo... no te recomiendo que la apures y te mandes a cortar el queque ni bien sale del horno. Mejor prepárala con anticipación y toma en cuenta que el mínimo tiempo de maceración es de 2 semanas para un sabor apropiado.

¡Manos a la obra!

Ingredientes (rinde un queque rectangular de aproximadamente 25cm x 10 cm x 10 cm):
4 tazas (aproximadamente 500 gramos) de frutas secas, finamente picadas. Yo utilicé 1 taza de pasas rubias, 1 taza de pasas negras (de las bien chiquitas), 1/2 taza de arándanos secos, 1/2 taza de guindones, 1/2 taza de cerezas secas y 1/2 taza de orejones (albaricoques) secos.
La cáscara de una naranja (parte anaranjada solamente), cortada en cuadritos
La cáscara de dos limones o una lima (parte verde o amarilla solamente), cortada en cuadritos
1/4 taza (aproximadamente 30 gramos) de jengibre confitado, finamente picado (si lo consiguieras)
1 taza (240 mL) del licor de tu preferencia. Yo utilicé pisco.
1 taza (225 gramos) de azúcar (puede ser rubia o blanca)
5/8 taza (140 gramos) de mantequilla sin sal
1 taza (240 mL) de jugo de manzana, piña, naranja o pera. Yo utilicé jugo de manzana.
1/4 cucharadita de clavo de olor molido (equivale a 4 clavos de olor)
3/4 cucharadita de pimienta de chapa molida (equivale a 6 pimientas de chapa)
1 cucharadita de canela molida
1 cucharadita de jengibre molido
1 3/4 taza (193 gramos) de harina sin preparar
1 1/2 cucharadita de sal
1 cucharadita de polvo de hornear
1 cucharadita de bicarbonato de soda
2 huevos
1/2 a 1 taza de pecanas tostadas y picadas
Licor adicional para el macerado de la torta


Preparación:

1. Combina las 4 taza de frutas secas, la cáscara de la naranja y el limón o lima, el jengibre confitado y la taza de licor. Mezcla bien y colócalos en un recipiente hermético para que no se evapore el licor. Déjalos macerar hasta el día siguiente (mínimo 12 horas).

Frutas picadas
  
2. Al día siguiente, vierte la mezcla de frutas maceradas con todo el líquido sobrante en una olla que no sea de teflón. Agrega el azúcar, la mantequilla, el jugo y las especias en polvo (clavo de olor, pimienta de chapa, canela y jengibre). Cocina a fuego medio hasta que empiece a hervir, luego baja el fuego al mínimo y cocina por 10 minutos. Retira del fuego y deja enfriar por lo menos 15 minutos. Si prefieres, puedes refrigerar esta mezcla hasta por 2 días... cuando estés listo para continuar, regresa la mezcla a temperatura ambiente antes de agregar los demás ingredientes.

Cocinando las frutas maceradas

Debe quedar así

3. Precalienta el horno a 165ºC (aproximadamente 325ºF). Engrasa y enharina bien un molde rectangular para queque.

4. En un recipiente a parte, mezcla los ingredientes secos restantes: harina, sal, polvo de hornear y bicarbonato de soda. Ciérnelos sobre la mezcla que cocinaste en el paso 2, que ya debe estar tibia.

Mezcla de ingredientes secos

Ciérnelos sobre la mezcla de frutas

5. Mezcla rápidamente con una cuchara de madera. 

Mezcla con cuchara de madera

Debe quedar así

6. Agrega los huevos, uno por uno, mezclando bien después de cada adición. Una vez que esté bien combinados, agrega las pecanas e incorpóralas a la mezcla con movimientos envolventes.

Agrega los huevos uno por uno

7. Transfiere la masa al molde que preparaste en el paso 3 e inmediatamente colócalo en el horno caliente.

Transfiere al molde

8. Hornea el queque por 1 hora. Pasado este tiempo revisa con un palito y de ser necesario hornéalo por más tiempo, revisando cada 5 a 10 minutos. En mi horno se demoró 1 hora 20 minutos.

9. Una vez cocido, retíralo inmediatamente del horno. Con ayuda de una brocha de repostería, un tenedor o una cuchara, báñalo con más licor, cuando todavía esté caliente y dentro del molde

10. Déjalo enfriar dentro del molde (de preferencia sobre una rejilla) hasta que esté completamente frío. No lo desmoldes tibio ni caliente pues se va a desarmar.

Deja que enfríe dentro del molde
 
11. Una vez completamente frío, desmóldalo con cuidado, humedece todos los lados del queque con licor (ligeramente, tampoco exageres) y colócalo en un recipiente hermético. Como ninguno de mis tapers era lo suficientemente grande, yo lo envolví en dos capas de papel manteca y lo metí en una bolsa con sello hermético.

Como podrán ver... no tengo foto final... ¡porque mi queque seguía guardado en el repostero cuando escribí este post! Lo tenía bajo 7 llaves jajaja para que nadie se lo comiera antes de las dos semanas. Cada 2 a 3 días hay que sacarlo del recipiente hermético, humedecerlo ligeramente con licor y volverlo a guardar bien sellado... esto evita que se seque y asegura una buena maceración.

La decoración clásica que vemos en los queques ingleses que venden en la época navideña es el glasé firme color blanco. No incluyo fotos pues realmente es cuestión de mezclar y bañar:
1. Mezcla 1/3 de taza (40 gramos) de azúcar en polvo con suficiente agua como para formar una pasta espesa. Si se te pasa la mano de agua, no te preocupes, solamente agrega más azúcar hasta lograr la consistencia deseada.
2. Agrega 2 a 3 gotas de jugo de limón (o más, si prefieres un sabor más fuerte), y listo.
Baña el queque inglés cuando ya esté macerado por completo. Puedes colocarle encima más frutas o nueces tostadas. Deja secar el baño bien (se va a endurecer) antes de envolverlo.

¡Espero que te guste!



lunes, 19 de mayo de 2014

RESCATADO DEL BLOG ANTIGUO: Brownies!



Podría decirse que hay tantas recetas para brownies como reposteros en este mundo. Una búsqueda rápida en google te da miles de resultados distintos y viene la pregunta... ¿cuál quedará como quiero? Conversando con amantes de los brownies -entre quiénes me incluyo- he llegado a concluir que independientemente de lo que se agrega a los brownies, -nueces, chispas de chocolate, trocitos de toffee, mermeladas, etc-, lo más importante, que define y caracteriza a lo que cada quién considera un "buen" brownie, es la textura.

Brownie con helado
 
Por años he buscado la receta del brownie "perfecto" y he llegado a la conclusión de que simplemente no existe. Preparar un brownie que le guste a todo el mundo es tan difícil como pretender que a todos nos quede bien uno de esos polos "talla única"... siempre habrá alguien a quien le quede exacto y a todos los demás se les verá fatal. Algunas cosas que rescaté en mi búsqueda se pueden resumir en lo siguiente (recuerden que todo esto es únicamente mi opinión personal): (1) todo buen brownie debe ser ligeramente húmedo, (2) sutiles cambios en textura nos permiten clasificar los brownies en tres tipos: "esponjoso" casi como un pedacito de torta, "firme" especialmente en los bordes, y "denso" casi como el relleno de una trufa.

Los ingredientes son básicamente los mismos: chocolate (¡obvio!) bien sea en la forma de chispas o trozos, cocoa o una combinación, mantequilla, azúcar, harina, huevos, sal y vainilla. Un toque de polvo de hornear para el esponjoso, y quizás nueces tostadas picadas o chispas de chocolate adicionales para los que quieren algo especial. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un tipo y otro? La respuesta es simple: la proporción en que se utilicen estos ingredientes. Un brownie esponjoso tendrá un poco menos de chocolate y harina, y además incluirá un poquito de polvo de hornear. Uno firme tendrá más harina (gluten = firmeza) mientras que uno denso tendrá más chocolate, más mantequilla y más huevo.

A continuación voy a dejarles 4 recetas. Las tres primeras tienen prácticamente los mismos ingredientes y procedimientos casi idénticos; lo que varía son las cantidades de dichos ingredientes para lograr los 3 tipos de brownies. La cuarta -una de mis favoritas-, es un híbrido entre firme y denso y tiene la particularidad de llevar sólo cocoa en polvo (no chocolate derretido) y utilizar tanto azúcar blanca como rubia. Cualquiera de las tres primeras recetas puede ser preparada en horno microondas en un pyrex (el tiempo de cocción variará entre 5 y 10 minutos a potencia máxima). No va a quedar exactamente igual, pero es una alternativa para aquellos que no puedan hacerlo en horno convencional o ¡tengan un super antojo que no pueda esperar! Eso sí, no les recomiendo que preparen la cuarta en el microondas. Al menos para mí, pierde el crocantito exterior que le da gran parte de su personalidad a este brownie. Por supuesto, cualquiera de estas recetas puede ser modificada agregando nueces tostadas y picadas, chispas de chocolate, etc.

Recetas con chocolate derretido:

Ingredientes: les recomiendo utilizar chocolate amargo (80-95% cacao) para los mejores resultados. Si no lo tuviesen a su disposición pueden utilizar uno semi-amargo (60% cacao o más) pero en este caso les recomiendo reducir la cantidad de azúcar.





Procedimiento:

1. Calienta el horno a 180ºC (aproximadamente 350ºF). Engrasa un recipiente cuadrado de vidrio, cerámica o metal, de 20x20 cm ó 25x25 cm (¡obviamente no utilices metal si vas a meterlo al microondas!), y cúbrelo con papel manteca. Engrasa el papel manteca y reserva.

Molde cubierto con papel manteca engrasado
 
2. Corta el chocolate y la mantequilla en cubitos y colócalos en un recipiente de vidrio. Derrítelos 30 segundos en el microondas a la máxima potencia, muévelos con una espátula, vuélvelos a meter en el microondas 30 segundos y vuélvelos a mover con una espátula.

Chocolate y mantequilla
 
3. Incorpora el azúcar y la vainilla y mezcla bien.

Azúcar y vainilla

4. Agrega los huevos (y la yema en la receta #3) uno por uno, batiendo bien después de cada adición.

Huevos

5. A parte, cierne juntos harina, sal y cocoa o polvo de hornear si es que los estás utilizando.

Cierne juntos los ingredientes secos

6. Agrega los ingredientes cernidos al chocolate y bate hasta que quede una mezcla uniforme y espesa.

Mezcla todo muy bien

7. Si vas a agregar chispas de chocolate y/o nueces tostadas y picadas, hazlo ahora.

8. Vierte la mezcla en el molde que preparaste y llévalo al horno.

Vierte en el molde que cubriste con papel manteca
 
Tiempo de horneado: Es muy importante controlar el tiempo de horneado de los brownies. Por muy "perfecta" que sea la receta, si no los cocinas lo suficiente quedarán aguados por dentro y si se te pasa la mano quedarán secos, tipo "ladrillo" de chocolate. Los hornos varían mucho y el material del molde que se utiliza también influye, así que lo que yo recomiendo es hornear 20 minutos e introducir un palito o tenedor en el centro: si sale con mezcla líquida, hornear 5 minutos más y volver a chequear, si sale con unos cuantos pedacitos pegados al palito, pero no mezcla líquida ya está listo. Si lo vas a hornear en el microondas, ponlo 4 ó 5 minutos a potencia máxima. Chequea con el palito y agrega 1 minuto más de ser necesario hasta que esté listo.


Receta con cocoa:
Ingredientes:
1 taza de azúcar blanca
1 taza de azúcar rubia
60 gramos (1/2 taza) de harina sin preparar
1 1/4 tazas de cocoa pura
1/2 cucharadita de sal
4 huevos
2 cucharaditas de vainilla
225 gramos (1 taza) de mantequilla

Preparación:
1. Calienta el horno a 150ºC (aproximadamente 300ºF). Engrasa un recipiente de vidrio, cerámica o metal, de 20x20 cm ó 25x25 cm y cúbrelo con papel manteca. Engrasa el papel manteca y reserva.

Molde cubierto con papel manteca engrasado

2. Cierne juntas el azúcar blanca y rubia. Es un poco antipático cernir azúcar rubia, pero con este paso garantizas no tener bloques de azúcar dentro de la mezcla.

Cierne juntas el azúcar blanca y rubia

3. A parte, cierne juntas harina, cocoa y sal. Reserva.

Cierne juntas harina, cocoa, y sal

4. Derrite la mantequilla y reserva (puedes usar el microondas calentando a potencia máxima por 30 segundos, moviendo y calentando otra vez hasta que se derrita por completo).

Mantequilla lista para derretir

5. Bate bien los 4 huevos (de preferencia con una batidora) y cuando se pongan de color amarillo pálido, agrega la mezcla de azúcar cernida y continua batiendo.

Bate los huevos y agrega la mezcla de azúcar cernida

6. Agrega la vainilla y la mantequilla derretida y sigue batiendo.

Agrega la mantequilla derretida y la vainilla

7. Finalmente agrega la mezcla de harina y cocoa cernidas y bate hasta formar una mezcla homogénea y espesa.

Agrega la mezcla de harina y cocoa

8. Si vas a agregar chispas de chocolate y/o nueces tostadas y picadas, hazlo ahora.

9. Vierte la mezcla en el molde que preparaste y llévalo al horno.

Vierte en el molde que preparaste
 
En este caso se hornea a temperatura más baja y por más tiempo. Chequear con un palito o tenedor después de 45 minutos y luego cada 5 minutos hasta que el palito salga con unas cuantas migajas pegadas pero sin mezcla líquida. Es normal que los brownies con cocoa queden más oscuros que los preparados con chocolate.

Desmoldar y cortar los brownies:
Saca el molde del horno en cuanto los brownies estén listos y déjalo enfriar (de preferencia sobre una rejilla). Cuando puedas manipularlo sin quemarte, usa el papel manteca para levantar todo el bloque y colócalo sobre una tabla u otra superficie plana. Yo uso un cortador de pizza para cortar los brownies, pero también puedes utilizar un cuchillo. Una vez que estén bien fríos puedes guardarlos en un recipiente hermético. A mí me encantan tibios, ¡con una buena bola de helado de vainilla!

Desmolda y corta los brownies
Mis favoritos van en el siguiente orden: #4 y #2 en empate, luego #3 y por último #1. No soy muy fanática de los brownies esponjosos (si quiero queque de chocolate... como queque de chocolate, ¡no brownies!) pero respeto la opinión de los fanáticos de este "estilo".

Y a ti, ¿cómo te gustan los brownies?

lunes, 31 de marzo de 2014

Rescatado del blog antiguo: KEKE DE NARANJA Y NUECES



¿Qué mejor que un delicioso keke hecho en casa para la lonchera de tus hijos? Esta receta es rapidísima y estoy segura les encantará a los chicos y también a los grandes.

Puedes servirla en el desayuno, enviarla en las loncheras, utilizarla como merienda de media tarde o también en el lonche. Además, puedes prepararla en moldecitos individuales para transformarla en muffins de naranja, “personalizarla” con las nueces de tu preferencia, agregarle pasas… ¡en fin! Tiene un sinnúmero de posibilidades.

Keke de naranja y nueces
 
Otra ventaja de esta receta es que puedes prepararla en cantidades grandes, hornear más de un molde y congelar lo sobrante (bien envuelto en papel platina y plástico) por hasta 3 meses… para esos días en que el tiempo nos gana y no podemos preparar algo en el momento.

Para este post estoy utilizando jugo de naranja recién exprimido, pero puedes también utilizar jugo envasado si es que no tuvieses tiempo de exprimir naranjas… lo que si te recomiendo es que emplees jugos 100% naturales, sin azúcar ni otros ingredientes agregados y de preferencia que no sea “de concentrado” para un mejor sabor. También estoy utilizando nueces picadas, pero puedes utilizar pecanas, almendras, avellanas, o una combinación de varios tipos y si quieres puedes también reemplazar parte, o todas las nueces, por pasas.

Ahora sí, ¡acá va la receta!

Ingredientes:
2 tazas (220 gramos) de harina sin preparar
½ taza (115 gramos) de azúcar (blanca de preferencia)
1 cucharada de polvo de hornear
½ cucharadita de sal
La ralladura de una naranja grande (solo la parte anaranjada, la parte blanca se pone amarga)
¾ taza (90 gramos) de nueces picadas (mira la nota arriba)
¼ taza (55 gramos) de mantequilla sin sal derretida
2 huevos
¾ taza (180 mL) de jugo de naranja (de preferencia recién exprimido –ver nota arriba en el post-)
1 cucharadita de esencia de vainilla


Preparación:

1. Precalienta el horno a 165ºC (aproximadamente 325ºF). Engrasa un molde para queque rectangular, de aproximadamente 22 x 12 cm. Si vas a utilizar un molde más grande (cuadrado o circular para tortas) prepara el doble de la receta. Si vas a preparar muffins, cubre los moldecitos con pirotines de papel, o engrásalos bien.

2. En un recipiente mezcla harina, azúcar, polvo de hornear, sal y ralladura de naranja. Mezcla bien.

Mezcla harina, azúcar, polvo de hornear, sal, y ralladura

3. Agrega las nueces a la mezcla de harina y mueve con una cuchara o espátula (de madera o silicona, no de metal) hasta que se distribuyan uniformemente en la mezcla. Reserva a un lado.

Agrega las nueces y mezcla bien

4. En otro recipiente bate la mantequilla derretida con los huevos, el jugo de naranja y la esencia de vainilla.

Bate la mantequilla derretida con los huevos, el jugo de naranja y la vainilla

5. Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina que reservaste en el paso 3. Vierte la mezcla de huevos del paso 4 en este hueco.

Haz un "hueco" en la mezcla de harina y agrega la mezcla de huevos

6. Mueve con espátula o cuchara (de madera o silicona, no de metal), hasta que la mezcla se vea bien uniforme. Ten cuidado de “destruir” bien las bolitas de harina que puedan quedar, o el queque tendrá partes secas adentro. Para esta receta no te preocupes por batir “en exceso” pues no le pasa nada.

Mezcla hasta que quede uniforme

7. Transfiere la mezcla al molde que preparaste en el paso 1.

Vierte en el molde que preparaste

8. Hornea hasta que la parte superior esté dorada y firme y el queque se empiece a separar de los bordes. Esto debe tomar entre 50 y 60 minutos. Si metes un palito o cuchillo en el centro del queque, deben salir limpios.

9. Deja enfriar dentro del molde, de preferencia sobre una rejilla, por unos 10 minutos.

Deja enfriar dentro del molde por unos 10 minutos

10. Desmolda y deja enfriar por completo antes de cortar. Este paso es importante para que el queque desarrolle todo su sabor y no se desmorone al cortarlo.

 
¡Deja enfriar antes de cortarlo!

¡Espero que te guste!